Inversión activa vs inversión pasiva
¿Conoces la diferencia entre la inversión activa vs inversión pasiva? ¿Quieres saber cuál es el tipo de inversión que es mejor para ti?
Si estás planteando invertir en acciones o bonos, posiblemente hayas oído que la mejor manera es hacerlo a través de fondos de inversión. Un debate que lleva un largo tiempo en el mundo de la inversión es sobre la eficiencia de la inversión activa respecto a la inversión pasiva. La realidad es que, dependiendo del entorno económico, hay formas de sacar partido a cualquiera de los dos enfoques, ya que cada estrategia trata de alcanzar objetivos distintos.
En este artículo te explico cuáles son las diferencias entre la inversión activa y la inversión pasiva. Veremos las ventajas y desventajas de cada uno de los dos estilos para que puedas decidir cuál la que mejor se adapta a tus necesidades.
En este artículo podrás leer:
¿Qué es la gestión activa?
La gestión activa es la estrategia de inversión que ofrece la mayoría de los bancos y de los asesores financieros. Tanto es así que cerca del 98% de los fondos de inversión que se comercializan en España son de gestión activa.
La inversión activa tiene por objetivo superar la rentabilidad media del mercado, entendida como un índice o media ponderada de las empresas que componen el mismo. Parece bastante intuitivo que un buen gestor logrará superar a una selección de acciones donde no se distinguen las empresas por su calidad.
La inversión activa puede hacerse a través de:
- Tendencias macroeconómicas
- Análisis técnico, por medio de gráficos
- Análisis de precio y valor económico de la acción
Para conseguir implementarla exitosamente es necesaria una gran capacidad de análisis, experiencia y un buen conocimiento del mercado para que consigas oportunidades de inversión atractivas y con un buen rendimiento.
Ventajas de la gestión activa
La inversión activa también tiene sus puntos fuertes y débiles. A continuación mencionaré las principales ventajas de este tipo de inversión.
Flexibilidad. Los fondos de inversión activa no están obligados a replicar ningún índice bursátil, es decir, tienen facilidad para elegir las acciones que consideran oportunas.
Control de riesgo. Los gestores tienen la capacidad de usar técnicas avanzadas como los derivados financieros para protegerse de caídas bruscas que se producen en el mercado.
Batir al mercado. Definitivamente hay ventajas en adoptar un enfoque activo para invertir. En primer lugar, dado que los inversores activos tienden a intentar batir el mercado, cuando lo consiguen puede traducirse en una rentabilidad superior a la media.
Desventajas de la gestión activa
Estas son las principales desventajas de la gestión activa:
Costes. Los gastos y comisiones que se pagan en los fondos de inversión de gestión activa son muy elevados. Esto se debe a que dichos fondos compran y venden con más frecuencia lo que conlleva altos costes de transacción. En resumen, la gestión activa tiene unas comisiones elevadas por el papel del gestor.
Riesgo de malos resultados. Cabe la posibilidad de que el gestor no consiga batir al mercado. En ese caso estaríamos pagando unas comisiones muy altas para unos resultados negativos.
¿Qué es la gestión pasiva?
A diferencia de la anterior, la inversión pasiva es aquella que busca replicar índices bursátiles comprando las mismas empresas y en la misma proporción que los componen.
Hay varias formas de replicar al índice, siendo una réplica física completa el método más eficaz. Consiste en que el gestor del fondo compra todos los valores que forman el índice y exactamente en la misma proporción. La mayoría de los fondos indexados y ETFs, que son los principales productos de inversión pasiva, hacen este tipo de réplica.
Este tipo de inversión requiere muy poco esfuerzo y conocimientos generales que están al alcance de cualquier persona, así pues, se inclinan hacia empresas que muestran una tendencia al alza.
Se puede hacer la inversión más sofisticada haciendo un rebalanceo anual. El rebalanceo consiste en hacer ventas y compras de forma que se restablezcan los porcentajes iniciales por activo en la cartera.
La estrategia de gestión pasiva apenas representa un 2% del total de inversiones en España. Sin embargo, en Europa esta cifra alcanza el 20%, y en lo referente a Estados Unidos, la gestión pasiva es del 40%.
Ventajas de la gestión pasiva
Estas son las principales ventajas de la gestión pasiva:
Bajas comisiones. El trabajo del gestor se basa solamente en replicar al mercado y no intentar superarlo. Por lo que el esfuerzo y el análisis requerido son limitados. Todo esto se traduce en unas reducidas comisiones.
Diversificación. La gestión basada en replicar un índice o mercado nos proporciona la posibilidad de diversificar nuestra cartera de inversión. Dicha diversificación puede ser geográfica o sectorial, facilitando la reducción del riesgo del fondo de inversión.
Desventajas de la gestión pasiva
Estas son las principales desventajas de la gestión pasiva:
Posibilidad de resultados inesperados. El invertir en fondos de gestión pasiva conlleva un riesgo en cuanto a que el comportamiento del mismo no sea el esperado.
No superar al mercado. A diferencia de los inversores activos, los inversores pasivos nunca ganarán al mercado, ya que siguen el mercado, aunque tampoco tendrán un rendimiento inferior.
Menos productos disponibles. Los inversores están básicamente limitados a los fondos indexados, como los ETFs y los fondos administrados.
¿Qué estrategia de inversión es mejor?
Warren Buffet es el inversor más famoso del mundo. La estrategia de inversión que sigue es activa: él y su equipo seleccionan las empresas en las que invertir, y a tener de los datos, no lo hacen nada mal.
Sin embargo, Buffet es un defensor a ultranza de la gestión pasiva. Tanto es así que en su testamento ha dejado dicho que su herencia se debe invertir en un 90% en un fondo indexado al S&P 500 con bajos costes y el 10% restante en bonos norteamericanos a corto plazo. Es cuánto menos curioso.
Incluso apostó un millón de dólares a que los índices bursátiles eran capaces de batir a los mejores fondos de inversión de gestión activa del mercado. La gestora de fondos Protégé Partners LLC aceptó el reto, y lo perdió.
En un nivel más terrenal, debemos partir de la base de que ni tú ni yo somos Warren Buffet. Ni tenemos sus conocimientos ni tenemos sus tentáculos. Nosotros somos inversores normales, mediocres y sin capacidad real de hacer predicciones fundamentadas en datos.
Y a los inversores convencionales como tú y como yo solo nos interesan dos cosas a la hora de seleccionar un fondo de inversión: su rentabilidad y sus comisiones, factores que, además, están estrechamente relacionados.
Pues bien, hay dos datos que hablan por sí solos y que me gustaría que entendieses:
1. Las comisiones de los fondos de gestión activa son mucho más elevadas que las de los fondos de gestión pasiva.
Mientras que podemos contratar un fondo indexado de Vanguard o Amundi (pasivo) pagando cerca de un 0,3% en comisiones, cualquier fondo activo comercializado por la banca tiene unos gastos totales que pueden rondar el 3,40%. Una diferencia que puede marcar la rentabilidad futura.
2. La mayoría de los gestores de fondos activos no logran batir al mercado de forma consistente a largo plazo.
Hay numerosos estudios al respecto que muestran que periodos de 10 y 15 años más del 80% de los fondos activos logran una rentabilidad inferior a la del mercado.
Otro estudio reciente de hecho por Finizens, uno de los principales robo advisors de España, concluía que para un horizonte temporal de diez años, la gestión pasiva ha generado una rentabilidad de hasta un 76,1% por encima de la gestión activa.
Conclusión
En definitiva, el inversor debe, según su perfil y necesidades de inversión, analizar los pros y contras de cada modelo y ponderar qué tipo de gestión, activa o pasiva, se ajusta más a sus preferencias. Antes de invertir, siempre es importante contar también con expertos que nos guíen en este proceso.
Una de las ventajas de la gestión activa es que el inversor puede seleccionar los productos cuyos intereses mejor se alineen con los suyos, sabiendo que el gestor siempre se guiará por esos criterios. De cualquier manera, tener una estrategia clara es un buen primer paso en su viaje de inversión.
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