
Hábitos que te mantienen pobre

Los hábitos no siempre son buenos, muchos de ellos nos los han transmitido desde pequeños, ya sea por parte de nuestros padres o del mismo sistema educativo y que no nos han aportado nada positivo e influyen negativamente para mejorar como personas.
Si en algún momento quieres tener estabilidad económica y poder experimentar esa sensación de no estar ahogado por las deudas, deberías leer el siguiente artículo. Pero, para salir de la pobreza, te comparto estos 10 hábitos que no debes seguir, con el objetivo de que los dejes de aplicarlos.
En este artículo podrás leer:
1. Rodearse de personas que tienen hábitos de pobre
El ser humano es un animal social, necesitamos sentirnos parte de un grupo y ser aceptados por ese grupo. Por lo tanto, debes tener la capacidad para escoger bien tus amistades y las personas con las que compartes la mayor parte del tiempo.
No se trata de eliminar amigos y ponerlos en una lista negra, sino de agrandar el círculo social e incorporar otro tipo de gente con otras realidades, hábitos y filosofías de vida.
Así que apóyate en las personas correctas y lucha por tus sueños con ayuda de ellos.
2. No ahorrar
Todos necesitamos destinar un porcentaje de nuestros sueldos al ahorro. Si aún no lo haces, debes comprometerte a ahorrar como mínimo el 30% del total de tus ingresos.
Si aún no nos vemos capaces de retirar dicho porcentaje, podemos ir poco a poco aumentando la cuantía hasta llegar a dicha cantidad. La clave está en reducir o evitar los gastos que puedan desviarnos de nuestro objetivo de ahorro.
3. No organizar nuestras finanzas
A organizar las finanzas personales no nos enseñan en ningún lado, ni en casa, ni en el colegio, ni en la universidad, ni tampoco en nuestro trabajo.
Crear un plan financiero lleva su tiempo, pero merece la pena. Controlar gastos es posible siempre que tengamos buena planificación.
4. No leer
Probablemente has escuchado hablar en infinidad de ocasiones sobre los beneficios de la lectura y por qué es importante leer, pero ¿Cuál es la razón?
No existe una persona exitosa en el mundo que no tenga por hábito la lectura. Es uno de los elementos clave para triunfar de forma rápida y efectiva.
“Las personas exitosas tienen bibliotecas. El resto tiene televisores con pantalla grande".
Jim Rohn
En definitiva, la lectura mejora tus habilidades. De este modo tendremos mejor criterio, organización y decisiones en nuestra vida cotidiana.
5. No tolerar el fracaso
Aprender a afrontar los problemas sin caer en la frustración es una habilidad necesaria y que podemos entrenar. El fracaso forma parte del camino, si algo no funciona, lo evaluamos, lo corregimos y lo volvemos a intentar.
Equivocarse y fracasar es lo normal, y podemos aprovechar la experiencia y utilizarla a nuestro favor. Porque la realidad es el fracaso nos hace más sabios.
6. No tener autodisciplina
Uno de los mayores problemas que enfrentamos cuando queremos cambiar algún hábito es la falta de disciplina.
La disciplina es un hábito que cada persona desarrolla a base de compromiso y autocontrol sumando también el comportamiento y personalidad que tenga cada uno. Definimos nuestros objetivos y metas y así mismo diseñamos el paso a paso para poder lograrlos.
Si tu objetivo es reducir gastos debes y poder ahorrar, es hora de trazar un plan de acción que te ayudará a cumplir ese objetivo.
7. Gastar más de lo que ingresamos
¿Alguna vez te has preguntado por qué gastamos más de lo que ganamos? Es muy probable que conozcas a alguien que le pase o incluso te pase a ti. Cualquier persona puede caer en este tipo de prácticas, por ello, es importante tener consciencia de ellos para evitarlos en la manera posible.
Sin embargo, muchas veces la publicidad y otros medios nos crean necesidades y terminamos comprando productos que no nos hacen falta.
Vivimos en una sociedad de consumo en la que nuestros sistemas económicos y el mundo digital ponen a nuestro alcance todo tipo de bienes y servicios.
8. Evitar los riesgos para aprender
Si quieres crecer personal y profesionalmente, tendrás que asumir riesgos de todo tipo. Correr riesgos no siempre va a dar como resultado algo positivo, pero sí la satisfacción de haberlo intentado.
No debemos olvidar, que por lo general, la aversión al riesgo puede provocar en el ser humano la tendencia a la pasividad y a la no acción.
“El que no es lo suficientemente valiente para tomar riesgos, no va a lograr nada en la vida”.
Muhammad Ali
En resumen, el riesgo implica una posibilidad de crecimiento para el individuo, siempre que sepa convertir ese riesgo en un nuevo escalón de ascenso hacia la propia felicidad del sujeto. Todo lo que necesitas es la voluntad de superar tus miedos. Si realmente deseas hacerles frente, no habrá nada que pueda detenerte.
9. No contar con un fondo de emergencia
El fondo de emergencia es un ahorro que te va a ayudar hacer frente a posibles imprevistos. Todo el mundo puede beneficiarse de tener unos ahorros para hacer frente a gastos inesperados sin tener que alterar su vida y sus finanzas.
Pero, ¿Cuánto dinero se necesita para un fondo de emergencia? Un fondo de emergencia debería contener entre 3 y 6 meses de gastos fijos medios mensuales, siempre dependiendo de las circunstancias y objetivos de cada individuo.
10. No eliminar los gastos hormiga
Llamamos gastos hormiga a todos aquellos gastos pequeños diarios que no se suelen tener en cuenta por que apenas representan un par de euros o céntimos cada día. En cambio, cuando sumamos todos estos gastos conforman una importante cantidad de dinero que reduce nuestra capacidad de ahorro.
Estos son algunos ejemplos de los gastos hormiga más comunes:
- El café diario.
- Comer fuera de casa.
- Comida a domicilio.
- Suscripciones que pagas, pero no utilizas.
- Pequeños vicios como el tabaco.
- Compra online compulsiva.
La eliminación de los gastos hormiga nos proporcionará un mayor ahorro a corto plazo.
Conclusión
Cambia de hábitos, ahorra y sobre todo, aléjate de lo que te une a la pobre financiera. No es necesario que trates de suprimirlos todos a la vez, pero si debes comenzar con alguno de estas malas costumbres e ir gradualmente eliminando los demás hábitos nocivos para nuestras finanzas.
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