ETFs
Un fondo cotizado o ETFs (en inglés Exchange Traded Fund) es un conjunto diversificado de activos (como un fondo de inversión) que cotiza en bolsa (como una acción). Los ETFs son una forma sencilla, económica y eficiente en costes de invertir. Los ETFs, se negocian y liquidan exactamente igual que las acciones.
En este artículo podrás leer:
Breve historia
La historia de los ETFs es reciente. El primer fondo cotizado o ETF llamado The Spider (la araña), salió a escena en 1993 en la bolsa de Nueva York y en 1995 se lanzó el segundo. Pero hay estudios que demuestran que los ETFs se crearon a finales de los años 80, algunas fuentes afirman que la bolsa de Toronto fue realmente la primera en lanzar fondos cotizados.
Inicialmente acceder a los ETFs era completamente misión imposible para los pequeños inversores, este privilegio solo estaba al alcance de grandes fondos, aseguradoras, etc. En la actualidad, afortunadamente, eso ha cambiado, cualquiera de nosotros puede acceder a ellos.
¿Cuántos ETFs hay actualmente?
Desde el lanzamiento del primer ETF su número no han parado de aumentar. En la actualidad hay más de 3.500 activos por un valor de más de 5 billones dólares, cifra que no deja de crecer año tras año. Para que os hagáis una idea en el año 2004 había 339 fondos cotizados. Su llegada a Europa no se produciría hasta el año 2000 de la mano de las bolsas de Londres y Frankfurt.
En España los primeros fondos cotizados vieron la luz en el año 2006, desde entonces han presentado un crecimiento notable.
Los mayores ETFs del mundo
En la siguiente tabla se muestran los ETFs más grandes del mundo y los valores en que invierten.
Principales características de los ETF
Transparencia
Las bolsas ofrecen en todo momento la información referente al ETF, por ejemplo, el valor liquidativo, lo que permite al inversor conocer cómo evoluciona su inversión. Las operaciones se realizan a los precios de compra y venta que ofrezcan las contrapartidas en cada momento.
Los proveedores de ETF, por lo general, suelen ser muy transparentes porque disponen de un folleto y el KIID, donde publican las características del mismo.
Accesibilidad
Los ETF suelen tener importes mínimos de inversión muy reducidos, lo cual facilita enormemente el acceso a pequeños inversores y con cantidades pequeñas. Además, se compran y se venden igual que las acciones.
Diversificación
Los ETF te permiten invertir de forma diversificada, evitando de esta manera la concentración de activos, tratando en cierta medida, el riesgo de la inversión.
Te permiten invertir en diferentes mercados sin la necesidad de hacerlo en todos y cada uno de los valores que lo integran.
Liquidez
Las participaciones se negocian en tiempo real, por lo cual los inversores pueden comprar y vender en cualquier momento en el horario bursátil.
Dividendos
Los dividendos no son únicamente una cosa de las acciones. En los ETF los inversores cuentan con la posibilidad de recibir dividendos, con carácter periódico (anual, semestral, trimestral...)
Al igual que sucede con las acciones, el impacto sobre el ETF el día de pago de dividendo hará que caiga su valor liquidativo.
¿Qué tipos de ETF existen?
Atendiendo a la forma en que se construye, podemos clasificarlos en:
Réplica Física
El gestor invierte comprando la totalidad o una parte de los valores que compone el índice (acciones, bonos o cualquier otro tipo de activos).
Réplica Sintética
El gestor instrumentos derivados para replicar el comportamiento del índice. Por ejemplo usando contratos de SWAP, esto es, tienen una cesta de valores que puede no estar relacionada con el índice que siguen.
La réplica sintética implica menores costes, menor tracking error, la eliminación del rebalanceo del índice y los problemas derivados por el pago de dividendos
En función de la estrategia que sigue, podemos clasificarlos en:
ETF directo
Es el más común, replica el comportamiento del índice de referencia. Si el valor del índice sube, el fondo subirá y por lo contrario, cuando el índice baja el fondo caerá.
ETF inverso
Son aquellos que replican el comportamiento de un índice inverso, es decir, su objetivo es replicar el movimiento contrario de un índice bursátil. Pueden o no llevar el factor de apalancamiento. Dentro de esta categoría, podemos encontrar:
ETF apalancado
Replican de forma amplificada la rentabilidad de un índice subyacente. Los ETF que normalmente usan el apalancamiento son los sintéticos. Pueden ganar una rentabilidad mucho mayor que los físicos, pero también la pérdida puede ser el doble, si por ejemplo, el apalancamiento es X2.
En cuanto al reparto de dividendos podemos diferenciar:
ETF de acumulación
Los ETF de acumulación reinvertirá esos dividendos, lo que a largo plazo puede beneficiar el interés compuesto. Suelen venir representados de la siguiente forma (Acc).
ETF de distribución
Son aquellos que ingresan los dividendos en tu cuenta. Ideales para los partícipes que desean unos ingresos extras. Vienen representados de la siguiente manera (Dist).
Hay que recordar que los dividendos repartidos tributan (generalmente un 19%).
Según dónde invierten se puede hablar de:
ETF de Renta Variable
Son aquellos que replican un índice bursátil concreto, por ejemplo, el IBEX35, el S&P 500, el MSCI World, etc.
ETF de Renta Fija (bonos)
Representan la evolución de los distintos activos de renta fija, puede ser deuda de países e incluso de empresas privadas.
ETF de materias primas
Son conocidos por sus siglas en inglés, ETC (Exchange Traded Commodities). Este tipo de inversión es la utilizada por muchos inversores como cobertura contra la inflación. Por ejemplo, la inversión en oro (en otro artículo hablaremos sobre este tema).
Existen una gran variedad de ETC de materias primas.
ETF por zonas geográficas
Podemos encontrar ETF que representan la economía de un país e incluso de un continente. Lo hacen incluyendo los principales valores que componen el índice que representa la zona geográfica en concreto. Un ejemplo, el S&P 500, incluye las 500 compañías más importantes del mercado americano.
ETF sobre sectores
Hacen referencia a ETF que replican índices de los diferentes grupos o sectores empresariales. Suelen hacerlo a través específicamente para lo que ocurre en sector determinado.
Diferencia entre ETF y fondo de inversión
Vamos a mencionar las principales:
- Un fondo de inversión comprende el capital monetario de varios inversores que ceden su gestión a profesionales. En cambio, un ETF se gestiona de forma directa, es decir, se compran y se venden en la bolsa al igual que las acciones.
- Los fondos de inversión tratan de superar su índice de referencia, mientras que los ETF buscan coincidir con su rentabilidad.
- Los fondos de inversión pueden ser de gestión activa y pasiva. Los ETF son de gestión pasiva.
- En cuanto a las comisiones, por lo general, los ETF tienen una comisión más baja.
- Fiscalidad, es la principal ventaja de los fondos de inversión frente a los ETF. En el caso de los fondos de inversión sólo se tributa una vez realizado el reembolso de las participaciones.
Riesgos de los ETF
Los ETF como cualquier otro tipo de inversión incorporan un riesgo de pérdida de capital. Invertir en un índice ayuda a controlar los riesgos debido a la diversificación, el inversor no debe ignorar la posibilidad de sufrir pérdidas.
Vemos los riesgos:
- Riesgo de capital invertido: La inversión inicial no está garantizada. Ya hemos mencionado antes la posibilidad de sufrir pérdidas a la hora de invertir en ETF.
- Error de seguimiento/tracking error: Esto básicamente mide la diferencia entre la rentabilidad del ETF y el índice al que sigue. La manera más fácil es comparar ambas trayectorias y observar si se producen algunas desviaciones. Normalmente, el tracking error tiende a ser pequeño; cuanto mayor sea, indicará que menos fielmente sigue el ETF al índice de referencia.
- Riesgo de crédito/contraparte: Es la posibilidad de que el emisor no pueda hacer frente a sus pagos. Este tipo de riesgo puede afectar aquellos generados por una réplica sintética.
- Riesgo de liquidez: Aunque los ETF cuentan con liquidez y transparencia al cotizar en la bolsa de valores en tiempo real, en determinados momentos pueden contar con una insuficiencia de liquidez debido a los desajustes del mercado.
- Riesgo de divisa: Esto puede suceder cuando la moneda en la que estás invirtiendo aumente o caiga en comparación con la tuya. Muchos de los principales ETF cuenta con el riesgo divisa cubierto.
- Riesgo de objetivo: Cuando invertimos en ETF puede suceder que no alcancemos nuestro objetivo, ya que no existe ningún instrumento financiero capaz de replicar de manera exacta y constante el comportamiento de su índice de referencia.
Fiscalidad
En cualquier tipo de inversión debemos tener en cuenta la fiscalidad de dicho producto a la hora de elegirlo. Los ETF son fondos de inversión, pero su trato fiscal es similar al de las acciones, sobre todo en España.
En cuanto a las personas físicas, la diferencia entre lo obtenido de la venta y el satisfecho en la compra de un ETF se considera una ganancia o pérdida patrimonial, que se integra en la base imponible del ahorro o en la base general, dependiendo del plazo en el que se haya generado, del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
Por tanto, tributan:
- Al 19% los primeros 6.000 euros.
- Al 21% hasta 50.000 euros.
- Al 23% a partir de los 50.000 euros.
Cabe señalar que a diferencia de los fondos de inversión tradicionales, las ganancias patrimoniales de los ETF no están sometidas a retención y el traspaso entre fondos en la bolsa de valores española sí tributa. Este régimen de retenciones sólo es aplicable a ETF que cotizan en España.
El régimen fiscal aplicable a la transmisión o venta de ETFs admitidos a negociación en bolsas europeas, pero no cotizados en la bolsa española, sí será el de los fondos de inversión tradicionales; por tanto las ganancias patrimoniales están sometidas a retención y el traspaso entre ETF está exento de tributación.
¿Cómo invertir o contratar ETFs?
Los ETF pueden adquirirse a través de intermediarios financieros como:
- Bancos: Tienen una gama muy reducida de fondos cotizados. Ya que los ETFs tienen una comisión muy pequeña y no generan comisiones tan elevadas (generalmente ocultas) como sus fondos tradicionales.
- Bróker: Quizás sea la mejor manera para operar con ETFs. La variedad de brokérs que ofrecen este tipo de inversión es amplia, ejemplo de ello es DEGIRO, INTERACTIVE BROKERS, CLICKTRADE, SELF BANK, ETC.
- Robo Advisors: Otra de las maneras también para invertir es hacerlo a través de estos gestores automatizados.
Conclusión
Los ETF ofrecen de una manera sencilla el acceso a una amplia variedad de mercados, sectores, tipos de activos y zonas geográficas a pequeños inversores, que de otra forma sería imposible.
Ofrecen la contratación de un índice y todos los valores que lo componen por unas comisiones muy competitivas.
Aunque estos productos no tienen las ventajas fiscales que presentan los fondos de inversión, como el traspaso libre de impuestos de un fondo a otro, su liquidez e inmediatez, el conocimiento de su cotización a tiempo real, juegan a favor su favor.
Los ETF son un producto que en España han experimentado un gran crecimiento en los últimos años y en los próximos se prevé un aumento de su oferta. Este tipo de inversión es muy atractivo para inversores particulares e institucionales.
Para finalizar, el inversor debe ser capaz de asumir los riesgos de posibles fluctuaciones en los mercados.
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