Errores financieros más comunes

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Muchos estudios han demostrado que la educación financiera mejora los conocimientos y las habilidades de las personas, ya sea para prevenir los retos financieros de la vida cotidiana, o para la protección de sus finanzas personales.

Evitar estos errores financieros más comunes es la piedra angular de la buena salud financiera.

Errores financieros más comunes

 

1. No tener capacidad de ahorro

Ahorrar una cantidad de nuestros ingresos puede suponer un cambio drástico en tu economía. La clave está en reducir o evitar los gastos que puedan desviarnos de nuestro objetivo de ahorro. Es muy probable que nuestro problema no sean grandes despilfarros, sino malas costumbres recurrentes que están lastrando nuestros números.

2. No invertir nuestro dinero

El ahorro es necesario para poder crear un patrimonio, pero por sí sólo no es suficiente: hay también que saber invertir de manera inteligente. Si no consigues que tu dinero trabaje para ti en los mercados o mediante otras inversiones generadoras de ingresos, no puedes dejar de trabajar

3. Gastos superficiales

Se trata de aquellos gastos que pueden pasar desapercibidos, pero que pueden significar una cantidad significativa al mes.

Es recomendable separar los gastos fijos o necesarios (aquellos que sabes que tienes cada mes: alquiler o hipoteca, seguros, teléfono, internet, etc.) y los gastos variables o innecesarios (como ocio, ropa, viajes, etc.).

Es importante realizar esta clasificación por categorías, para así identificar cuáles son esos gastos que puedes y quieres eliminar sin que afecten demasiado a tu estilo de vida, una vez hecho esto, será más fácil elaborar un presupuesto para fijar el límite de tus gastos mensuales en cada categoría, sin embargo no creas que tener un presupuesto significa que tengas que renunciar a tus hobbies o a tus pequeños caprichos.

4. Vivir con dinero prestado

Meterse en demasiados préstamos puede hacer que tan rápido como entra el dinero en tu casa o negocio, se vaya. Usar tarjetas de crédito para comprar artículos cotidianos se ha vuelto algo normal, pero incluso si un número cada vez mayor de consumidores está dispuesto a pagar tasas de interés de dos dígitos en gasolina, comestibles, u otros gastos, no siempre es lo más adecuado.

Las tasas de interés de las tarjetas de crédito encarecen mucho el precio de las mercancías cargadas. Dependiendo del crédito, también es más probable que gaste más de lo que gana.

 5. No tener un plan

Un plan financiero es el resultado de identificar y cuantificar los recursos económicos necesarios para alcanzar los objetivos financieros que tenemos como metas.

Es importante tener un plan, que puede ser sencillo o detallado. Se trata simplemente de tener una idea clara de dónde estamos parados y a dónde queremos ir.

6. Comprar un coche nuevo

Cada año se venden millones de automóviles nuevos, aunque pocas personas pueden permitirse pagarlos en efectivo. Sin embargo, la incapacidad de pagar en efectivo por un vehículo nuevo también puede significar la imposibilidad de pagar el automóvil.

No debemos olvidar que poder pagar cuotas no es lo mismo que poder pagar el coche. También, al pedir prestado dinero para comprar un automóvil, el consumidor paga intereses sobre un activo que se deprecia, lo que amplifica la diferencia entre el valor del automóvil y el precio pagado por él.

7. Gastar demasiado en casa

En España existe la creencia de que es mejor comprar que alquilar, pero esta no tiene por qué ser la mejor opción. Debemos tener en cuenta el coste de mantener una casa. Con el paso de los años se gastan miles de euros en mantenimiento y reformas.

Muchos expertos recomiendan plantearse comprar una casa solo si se va a vivir en un lugar por un largo período de tiempo y, en ese caso, plantearse si económicamente sale más rentable comprar o alquilar.

¿Realmente quieres hacer un agujero tan significativo a largo plazo en tu presupuesto mensual?

Conclusión

Para esquivar errores financieros que acaben en un contratiempo económico, un buen comienzo es monitorizar todos los gastos que se acumulan rápidamente, desde los más pequeños a los más grandes.

Reflexiona cuidadosamente antes de añadir nuevas deudas a tu lista de deudas, y ten en cuenta que ser capaz de hacer un pago no es lo mismo que ser capaz de hacer frente al pago. 

 

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