Dividendos
Si has estado investigado sobre el mundo de las inversiones, seguramente habrás llegado, en algún momento, a algún lugar en el que se hablaba de los dividendos. Y es que, invertir en una empresa y recibir todos los años un dinero de esa compañía es la definición perfecta de vivir de las rentas.
En eso consiste de forma muy resumida la inversión por dividendo. Por si acaso no estás familiarizado con este término, empezaré por el principio.
En este artículo podrás leer:
¿Qué son los dividendos?
Cuando una determinada empresa obtiene beneficios puede optar por reinvertir en planes de expansión o crecimiento o también puede optar por repartir beneficios entre sus accionistas. Estos beneficios se llaman dividendos y son un importante prefijado que recibimos por cada acción que tengamos en cartera de dicha compañía.
Como toda decisión, el destino final de los beneficios tiene sus ventajas e inconvenientes. Si la compañía reparte todo el resultado en dividendos, se quedará sin beneficio para poder acometer inversiones en proyectos que mejoren su rentabilidad.
En otras palabras, para realizar compras de compañías que hagan más grande o eficiente a la empresa, para utilizar esa parte del beneficio con el objetivo de reducir la deuda o para cometer una inversión con el objetivo de aumentar las ventajas, entre otras posibilidades.
Invertir en empresas que reparten dividendo
La inversión por dividendo es una estrategia que consiste en comprar compañías que distribuyen dividendos periódicos entre los accionistas. Es una de las más fáciles de entender y llevar a cabo. Es utilizada por inversores que buscan obtener otros ingresos como complemento a sus ingresos habituales.
Durante el tiempo que el inversor tenga sus acciones en cartera, recibirá el importe de los dividendos una vez descontado los impuestos que tenga que pagar, constituyendo de esta manera una renta periódica con estos dividendos.
¿Cuándo se pagan los dividendos?
Los dividendos se suelen pagar de forma periódica y previamente establecida. Las empresas pueden establecer que los dividendos se repartan cada tres, seis o doce meses. Y así será de forma habitual, aunque puede haber excepciones.
Cada vez que una empresa paga un dividendo debe ser declarado oficialmente por la Junta Directiva. Por lo general, las empresas que pagan dividendos en efectivo lo hacen semestralmente, aunque existen ocasiones que pueden pagar un dividendo extraordinario.
Hay algunas fechas importantes que recordar:
Fecha del anuncio del dividendo: Esta es la fecha en la que la Junta Directiva anuncia la cuantía del dividendo.
Fecha ex – dividendo: Las adquisiciones de acciones pueden tardar algún tiempo en compensarse. Para evitar cualquier problema relacionado con la propiedad a la hora de pagar un dividendo, la fecha de registro está precedida por un punto de límite (normalmente de dos o tres días).
Fecha de registro: Esta es la fecha en la que la compañía determina oficialmente quiénes son las acciones cualificados o titulares.
Fecha de pago: Este es el día en que se pagan los dividendos a los accionistas. Puede transcurrir mucho tiempo entre la fecha ex – dividendo y la fecha de pago.
En investing puedes encontrar el calendario de los próximos dividendos.
¿Por qué hay empresas que nunca reparten dividendos?
Seguramente habrás comprobado que algunas grandes compañías no reparten dividendos. Por ejemplo, Google, Amazon o Facebook no reparten dividendos. ¿Por qué no?
El hecho de que una empresa no reparta dividendos se debe a que necesita fondos para desarrollar sus proyectos. Si lo hiciese a través de ampliaciones de capital, conllevaría unos gastos adicionales, que los convertirían en menos rentables.
En cierto sentido, cuando una empresa reparte dividendos es porque ya no tiene ningún lugar donde invertir ese dinero para obtener más beneficios en el futuro.
¿Qué tipos de dividendos existen?
Existen varios tipos de dividendos. Por ejemplo, existen fijos o variables, dependiendo de si el dinero que se raparte siempre es el mismo independientemente de la evolución de la compañía o si dependen de cómo lo haya hecho la compañía en el año anterior.
Encontramos los siguientes tipos de dividendos:
Dividendos ordinarios: Son los dividendos que están previstos en el calendario de la empresa y que se sabe de antemano que vas a cobrar en una fecha determinada.
Dividendo en cuenta: Este es un dividendo que se paga antes de conocer el beneficio de la empresa. Es decir, es un gasto para la empresa que se hace a cargo del beneficio futuro de ese año. Normalmente, se reparte cada tres meses.
Dividendo complementario: Son los dividendos que paga la empresa una vez ha finalizado el ejercicio fiscal, cuando las cuentas anuales han sido aprobadas. De esta forma, con este dividendo, se complementan los anteriores, que han podido ser menores de lo que deberían.
Dividendo fijo: Es un dividendo que la empresa decide fijar con independencia del beneficio que genere. Está previamente acordado y no cambia su cantidad.
Dividendo extraordinario: Este dividendo existe cuando debido a alguna actividad extraordinaria (de ahí el nombre) la empresa tiene más unos beneficios de lo esperado, esta puede decidir retribuir a los accionistas con un dividendo extra que no estaba previsto en el calendario.
El pago de los dividendos, ¿Cómo vas a cobrar?
Una empresa puede pagar dividendos de dos formas diferentes.
Dividendo en efectivo
En este caso la empresa transfiere una parte de sus beneficios mediante los dividendos a la cuenta de sus accionistas. Es decir, el accionista recibe dinero.
Cuando se recibe el dinero en efectivo, el accionista debe declarar los dividendos percibidos como un beneficio y pagar el IRPF correspondiente.
El porcentaje de este impuesto puede variar dependiendo del país y la legislación fiscal en vigor en ese momento. Por ejemplo, en España actualmente el bróker o el banco que utilices te retiene, en concepto de IRPF, un 19%, y en el momento de hacer la declaración, el impuesto está sujeto a unos tramos que varían según la cantidad de beneficio obtenido.
Retención de los dividendos
19% hasta los primeros 6.000 €.
21% entre los 6.000 € y los 50.000 €.
23% para importes superiores a los 50.000 €.
Dividendos en acciones o Scrip dividend
Los dividendos en acciones o scrip dividends sustituyen el pago en efectivo por la emisión de las nuevas acciones, lo que supone un incremento de capital social para la empresa al no tener que pagar a los accionistas. De igual modo, los accionistas que deseen obtener liquidez, pueden vender sus derechos de suscripción.
Ventajas y desventajas de invertir en dividendos
Ahora que ya tenemos una idea clara de qué son y cómo funcionan los dividendos, veamos cuáles son las ventajas y desventajas de invertir en dividendos.
Comenzamos por las ventajas:
Buen comportamiento a largo plazo: En general, las empresas que reparten dividendos de forma consistente en el tiempo son empresas que tienen beneficios recurrentes y por lo tanto es previsible que sigan dando buenos resultados. En definitiva, además de dar a corto plazo una recompensa en forma de dividendo nos ofrecen oportunidades de estar en empresas que se suelen comportar bien a largo plazo.
Fuente de ingresos constante: El pago de los dividendos cada tres, seis o doce meses aporta un constante rendimiento de nuestras inversiones que complementan otras fuentes de ingresos. La rentabilidad de esos dividendos puede ser incluso superior al 5%.
Incrementan su rendimiento con el tiempo: Las empresas que reparten dividendo y que además incrementan el importe de los mismos de manera constante en el tiempo añaden una importante mejora de los rendimientos que ofrecen por dividendos gracias al efecto del interés compuesto. En resumen, obtienes una revalorización por tus acciones.
Poco capital inicial: No hay un capital mínimo para empezar, con solo comprar una acción de una empresa determinada que distribuya dividendos ya puedes comprar dividendos.
Diversificación: Si realizas otro tipo de inversiones esta estrategia pued ser un complemento perfecto para tu cartera.
Por otro lado, están las desventajas:
Oportunidades perdidas: No necesariamente las empresas que reparten dividendo son buenas empresas. Si nos fijamos solo en el dividendo, podemos dejar de lado grandes empresas que nos den un gran retorno de nuestras inversiones a lo largo del tiempo. Las empresas que reparten dividendos suelen estar en una fase madura, lo cual no siempre es bueno.
Impuestos: Hay que pagar impuestos por rendimientos de capital mobiliario por el hecho de haber recibido un dividendo, algo que quizás no nos interese en ese momento. Esto sin contar las diferencias de impuesto que hay entre los distintos países y las dificultades de recobrar los impuestos por dividendos de las empresas extranjeras y que se retienen tanto en el país de origen como en el de destino.
Incertidumbre: En la mayoría de los casos, no sabes si el dividendo se mantendrá, crecerá, se recortará o se eliminará. Es decir, la empresa puede suprimir el dividendo por completo.
Estrategia básica para invertir en dividendos
La principal estrategia de inversión en dividendos consiste en comprar empresas cuyos dividendos crecen con el tiempo.
¿Por qué?
Porque el aumento de los dividendos suele significar el aumento de los beneficios y, con suerte, el reparto de los mismos entre los accionistas.
Y nos interesan ambas cosas. Nuestro objetivo es ser una empresa fuerte que recompense a sus accionistas.
Esto tiene ventajas evidentes. Significa que al comprar acciones a un determinado precio, se le "garantiza" un dividendo más alto cada vez, lo que hace que su inversión tenga más sentido cada año.
Piénsalo: compras una acción por 25 euros y al final del año recibes un dividendo de 1 euro. Eso es el 4%. Sin embargo, los dividendos aumentan cada año. Por ejemplo, supongamos que el dividendo es de 1,50 euros al cabo de 5 años. Así, para una inversión de 25 euros, la rentabilidad por dividendo es del 6%. Al cabo de 10 años, si el dividendo es de 2 euros, la rentabilidad es del 8%.
Y así sucesivamente.
El precio inicial no ha variado, pero el dividendo vinculado a él aumenta, lo que hace que sea una inversión rentable cada año. Esto no incluye, por supuesto, el aumento del valor de las acciones en sí.
Sin embargo, para que esta estrategia funcione, hay que seguir algunos principios básicos. Por nuestra parte, nos gustaría llamar su atención sobre los siguientes puntos
La coherencia: Esto se debe a que si inviertes menos al principio, no podrás ganar mucho dinero con los dividendos. La idea es invertir cada vez más para que el dinero que se obtiene de los dividendos aumente gradualmente.
No elija acciones de poca monta: Otro punto importante es no elegir empresas de dudosa calidad solo porque pagan buenos dividendos. Invierta en empresas estables, aunque sus dividendos no parezcan muy elevados (recuerde que los dividendos aumentan con el tiempo).
Buen precio: Estas dos empresas no se pueden comprar a cualquier precio. Intenta comprarlas cuando estén en crisis por algún motivo o cuando el valor de mercado esté bajando. De este modo, obtendrá una mayor rentabilidad por dividendo.
Evite las deudas: Las deudas pueden convertir una buena empresa en una mala en cuestión de meses. Por lo tanto, evite las empresas muy endeudadas.
Buen historial de dividendos: Invierta en empresas que tengan un buen historial de retribución a los accionistas y de uso eficiente del capital. Esto no significa necesariamente que la empresa haya estado pagando dividendos. Si una empresa deja de pagar dividendos para crecer durante una crisis, es una buena idea comprar acciones porque demuestra que el dinero se está utilizando de forma inteligente. De este modo, podrá obtener más dividendos a largo plazo. Por ejemplo, invirtiendo en una conocida empresa Dividend King.
Historial de recompra de acciones: Además del historial de dividendos, es aconsejable apostar por empresas con un historial de recompra de acciones. El pago de dividendos no siempre es la mejor manera de recompensar a los accionistas. Las recompras de acciones pueden producirse en determinados momentos del año. Si los dividendos y las recompras de acciones se producen al mismo tiempo, se verá recompensado con ambos.
Diversificación: Por último, diversifique las empresas en las que invierte. De este modo, se reduce el riesgo de que la empresa quiebre y se pierda la inversión. Si diversifica sus inversiones por regiones y sectores, estará bastante bien protegido.
Como puede ver, los dividendos son una gran forma de invertir, no solo porque puede poseer una acción con una renta variable que se ajusta con el tiempo, sino también porque proporcionan un flujo regular de ingresos.
¿En qué hay que fijarse para elegir las mejores empresas y recibir buenos dividendos?
Es importante tener en cuenta estos cuatro consejos para generar ingresos pasivos de cobro de dividendos de forma regular.
- Saber dónde y cómo buscar información sobre una empresa antes de decidirse a comprar es muy importante para un buen filtrado. Un factor importante a tener en cuenta es el reparto de dividendos, que es el porcentaje de los beneficios de una empresa que se distribuye a los accionistas en forma de dividendos.
- Hay muchos factores a tener en cuenta, como el crecimiento de la empresa y el crecimiento del dividendo, en lugar de elegir simplemente una empresa por el hecho de que pague un dividendo.
- Las mejores empresas no son las que pagan altos dividendos (algunas pagan hasta el 20%), en la mayoría de los casos estas empresas son insostenibles a largo plazo y siguen reduciendo sus pagos de dividendos.
- Es probable que las empresas internacionales sean mucho más rentables que las nacionales.
Conclusión
Aunque la inversión en dividendos ha ganado popularidad en los últimos años, no es una inversión recomendable para todo el mundo. La estrategia ideal para generar unos ingresos constantes suele estar pensada para los últimos años de la vida laboral y la jubilación.
Por otro lado, los inversores más jóvenes que acaban de empezar pueden estar más interesados en acumular activos para su futura jubilación. En este caso, invertir en dividendos no es deseable. De hecho, el capital crece mucho más rápido si acumula dividendos.
En cualquier caso, si quieres adoptar esta estrategia, puedes empezar comprando acciones de estas empresas bien a través de un bróker habitual o bien a través de un fondo de inversión de dividendos existente en España.
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