¿Es mejor calefacción eléctrica o de gas?

¿Qué opción elegir entre calefacción eléctrica o de gas? Esta es una decisión que plantea interrogantes a la hora de determinar el método de calefacción adecuado. La respuesta dependerá de factores como el clima en tu área y el tamaño de tu vivienda.

Optar por calefacción eléctrica o calefacción a gas constituye uno de los diversos dilemas que surgen al elegir proveedores de servicios. Como en cualquier elección, la decisión puede influir en tus finanzas según las condiciones en las que pretendas instalar tu sistema de calefacción. Esta decisión se complica aún más debido al panorama actual, con restricciones al suministro de gas natural y fluctuaciones y regulaciones en los costos de la electricidad. La volatilidad de ambas opciones es notable, incluso en el corto plazo.

La calefacción supone un gran consumo en una vivienda y encarece nuestra factura de luz o gas. ¿Sabías que el 47% del consumo energético de nuestro país se destina a calefacción?

Si deseas reducir tus gastos en facturas y lograr un consumo más eficiente durante la temporada invernal, es recomendable prestar atención, ya que te proporcionaremos toda la información necesaria acerca de las ventajas de la calefacción eléctrica y el gas natural.

Calefacción eléctrica o de gas natural, ¿Cuál elegir?

Calefacción eléctrica

Calefacción eléctrica para pisos pequeños y climas más cálidos.

La calefacción eléctrica, como su nombre indica, se alimenta directamente de la corriente eléctrica. Este método ofrece una fuente de energía limpia y cómoda, ya que el suministro es constante. Sin embargo, su costo es más elevado. Para contrarrestar este aspecto, su instalación no requiere obras complicadas ni inversiones significativas en la propiedad.

Adecuada para ocasiones puntuales y espacios pequeños y cálidos: A diferencia del gas natural, la calefacción eléctrica resulta una opción viable en lugares con climas más suaves o en áreas que alcanzan rápidamente la temperatura deseada. Si optas por esta alternativa, te recomendamos verificar si cumples los requisitos para solicitar el bono social eléctrico, lo que podría generar ahorros en tus facturas.

Este tipo de calefacción es especialmente recomendable para momentos específicos, ya que su uso prolongado puede elevar considerablemente el consumo. Por esta razón, es más adecuada para espacios pequeños, bien distribuidos y con buen aislamiento.

Diversidad de sistemas de calefacción eléctrica:

• Radiadores de aceite o termoeléctricos: Representan el enfoque más tradicional y se destacan por su sencilla instalación, que implica conectarlos directamente a la corriente eléctrica.
• Acumuladores de calor: Estos dispositivos calientan un núcleo acumulador mediante resistencias eléctricas, liberando gradualmente el calor de manera natural (acumulador estático) o mediante un ventilador que acelere la liberación del calor (acumulador dinámico).
• Convectores: Este sistema convierte el aire frío en aire caliente utilizando una resistencia y un termostato.
• Bombas de calor: Estos equipos funcionan con un ciclo de refrigeración reversible. Tienen un foco caliente y un foco frío. Al aplicar energía eléctrica, uno de los focos aumenta su temperatura (liberando energía) mientras que el otro disminuye su temperatura (absorbiendo energía). Disipan el calor rápidamente y requieren una cantidad moderada de energía para alcanzar la temperatura deseada.
• Suelo radiante: Esta opción es recomendada para hogares inteligentes (smart homes). Es el único sistema eléctrico que demanda obras complejas y una inversión significativa. Implica la instalación de cables o tuberías bajo el suelo, distribuyendo el calor de manera uniforme en el espacio. Su principal ventaja es que no requiere mucha energía para alcanzar la temperatura establecida en el termostato.

Calefacción de gas natural

Gas natural para casas grandes y un clima bastante frío.

Si tienes la posibilidad de acceder al suministro de gas natural, es esencial que consideres esta alternativa, ya que se presenta como una opción más eficaz y económica que la electricidad para calentar tu hogar. Sin embargo, es importante notar que su instalación tiende a ser más compleja y costosa.

En circunstancias donde no tengas acceso a la red de gas canalizado, lo cual suele ocurrir en áreas rurales o lugares remotos, la instalación de la red de gas y la caldera, así como su mantenimiento, podrían representar un desafío financiero significativo.

Respecto al tipo de sistema a instalar, en el caso de requerir calefacción y agua caliente, las calderas de condensación ofrecen una solución viable, pero necesitarás implementar radiadores de agua conectados a esta fuente. Por otro lado, si tu necesidad se limita a calentar el agua, un calentador podría ser suficiente.

Antes de optar por este sistema, si no cuentas con la infraestructura necesaria, es fundamental sopesar cuál alternativa se ajusta mejor a tus requerimientos, considerando la frecuencia de uso y la finalidad.

Adecuado para viviendas amplias y en climas fríos: Una de las principales ventajas de utilizar calefacción a base de gas natural es su rápida capacidad de calentamiento. Por esta razón, es una elección especialmente atractiva para viviendas de gran tamaño o situadas en regiones frías. Esto se vuelve aún más relevante si planeas un uso constante a largo plazo.

Pasos para instalar calefacción a base de gas: Antes de proceder con la activación del servicio de gas, es crucial confirmar que la comunidad en la que resides cuenta con las instalaciones necesarias para habilitar el suministro de gas. Una vez que se haya realizado la activación, debes notificar a la compañía distribuidora que presente la tarifa más conveniente o las condiciones de contrato más adecuadas para ti. En este proceso, deberás abonar dos derechos: el derecho de conexión, el cual varía según el tipo de tarifa eléctrica que elijas, y el derecho de alta, cuyo coste se determina por la tarifa establecida en la Comunidad Autónoma donde se encuentra la propiedad.

La compañía te solicitará una serie de documentos para dar inicio a sus servicios:

• Documento Nacional de Identidad (DNI) del titular.
• Documento que confirme la propiedad del inmueble.
• Número de cuenta bancaria.
• En caso de que haya habido un propietario previo, el número de contrato anterior.
• Número de suministro si se trata de una nueva activación.

Tabla comparativa

Ventajas de un sistema eléctrico de calefacción

• Instalación sencilla: Los sistemas eléctricos de calefacción suelen requerir una instalación menos complicada en comparación con los sistemas de calefacción a gas. En general, no necesitan obras significativas, a excepción del suelo radiante en algunos casos.
• Mantenimiento mínimo: Estos equipos demandan un mantenimiento mucho menor en comparación con otros sistemas. Dado que utilizan electricidad como fuente de energía, solo es necesario llevar a cabo una revisión anual o antes de ponerlos en funcionamiento antes de la temporada invernal.
• Mayor seguridad: La calefacción eléctrica no utiliza combustibles que puedan generar emanaciones peligrosas para la familia o el medio ambiente. Además, no produce gases ni olores, y su nivel de seguridad es alto al no haber riesgo de explosión ni necesidad de depósitos o tanques de combustible.
• Individualidad: Al instalar este sistema, el consumo es individual en la comunidad de propietarios, y cada usuario es responsable de su propio consumo. Puedes programarlo a tu conveniencia y no estás limitado por horarios de calefacción o consumo.

Ventajas de un sistema de calefacción por gas

• Calefacción rápida: Si se cuenta con una buena caldera, este sistema proporciona una calefacción rápida y eficiente. Esto asegura que la casa se mantenga cálida sin importar su tamaño.
• Ahorro: En viviendas grandes o en climas fríos, la calefacción a gas natural suele ser más económica. Las tarifas de gas natural suelen ser inferiores a las de electricidad, lo que resulta en un ahorro a largo plazo.
• Confort: Gracias al ahorro mencionado, es posible mantener la calefacción encendida durante períodos más largos. Esto permite mantener una temperatura constante en toda la casa, brindando una sensación de calidez uniforme en lugar de solo en una habitación.
• Respeto al medio ambiente: El gas natural es conocido por ser más respetuoso con el medio ambiente, tanto en su impacto ambiental general como en términos de manipulación, transporte y extracción. Elegir gas natural contribuye directamente a la preservación del planeta.

En definitiva, al comparar la calefacción eléctrica con la calefacción a gas, cada sistema presenta ventajas que deben ser cuidadosamente consideradas según las necesidades y preferencias individuales.

Se recomienda buscar asesoramiento de expertos en la materia antes de tomar una decisión, con el fin de tener en cuenta las circunstancias específicas y los requerimientos prioritarios.

¿Cuál sistema de calefacción elegir y cuál resulta más económico?

La alternativa más asequible es la calefacción basada en gas natural. A pesar del coste inicial de instalación, el precio por kilovatio-hora (kWh) de gas es inferior, lo que con el tiempo compensa la inversión inicial. La eficiencia de la calefacción y el suministro de agua caliente con gas natural puede generar un ahorro que supera los 600€ al año en comparación con la electricidad.

Para optar por calefacción a gas, es esencial tener contratado el servicio de gas natural en la vivienda. Si no se cuenta con ello, es necesario gestionar la activación del suministro de gas a través de la distribuidora local.

La calefacción eléctrica es aconsejable en hogares pequeños con climas cálidos o templados. También es idónea para segundas viviendas donde el consumo de energía es puntual. Por otro lado, la calefacción a gas suele ser más adecuada para casas de mayor tamaño y climas fríos.

Sin embargo, es importante señalar que no todos los lugares en España tienen acceso a la red de gas natural, lo que descarta esta opción. Esto puede ser el caso en viviendas aisladas o en áreas rurales.

No olvides que seleccionar la tarifa adecuada puede marcar una diferencia sustancial en los ahorros. Para encontrar la opción que mejor se adapte a tus requerimientos, puedes comparar tarifas a través de comparadores online gratuitos. También es posible elegir una tarifa con horarios diferenciados, donde el precio por kWh sea más económico en ciertos momentos del día. Además, investigar si eres elegible para el bono social puede ser beneficioso.